miércoles, 5 de noviembre de 2008

Un día que puede cambiar la Historia

Hoy es un gran día para comenzar los apuntes en mi blog. Barack Obama ha ganado las elecciones presidenciales en EEUU y ha puesto de manifiesto la grandeza de la democracia.

Ni siquiera en los días más duros de la Administración Bush, cuando se recortaban las libertades civiles tomando como excusa la lucha contra el terrorismo, cuando se violaban los derechos humanos en Guantánamo, o cuando se invadía Irak por el petróleo, me he considerado o sentido anti-americano. Creo que ese país ha aportado muchos valores y acciones positivas a la Historia de la humanidad, desde su propia constitución. Los Estados Unidos no eran sólo Bush, los Estados Unidos son la herencia de John Madison, J. Q. Adams, Abraham Lincoln, F. D. Roostvelt, , J. F. Kennedy, Bobby Kennedy, Martín Luther King y sobre todo de los soldados muertos en Normandía en 1944.

No sé si Obama estará a la altura de estas personas, la Historia y el pueblo lo juzgará por lo que haga en el futuro, pero lo que sí ha demostrado hasta ahora es tener la capacidad suficiente para articular en torno suya las ganas de cambio de aquella sociedad. Su mensaje político ha llegado a todos, su discurso es brillante, su ambición y sus ganas no se discuten dada su biografía. Ahora deberá gestionar las ilusiones que millones de personas han depositado en él, probablemente defraude a muchos, bien porque no quiera alterar los fundamentos del sistema norteamericano, o bien, porque los cambios introducidos no sean los suficientemente profundos.

No cabe duda de que muchas ilusiones se quedarán por el camino, que se despertarán del sueño y que se encontrarán con la realidad, pero lo innegable es la potencialidad que tiene entre sus manos, millones de personas dispuestas a trabajar en un proyecto común diseñado por él.

Todo cambio político, como éste, o como el que representaron Felipe González o representa José Luís Rodríguez Zapatero, demuestra en la práctica que la soberanía reside en el pueblo, y que los ciudadanos libremente con su voto pueden cambiar el destino. Sin embargo, no es suficiente, hay que expandir la democracia, hay que hacer democracia todos los días y en todos los sitios, para eso tenemos una lección que aprender de EEUU y del proceso que han seguido para elegir a la persona que los dirija, de entre todos los candidatos que se presentaron a las primarias.
Parafraseando a Obama, podemos decir que “Juntos, podemos”, sólo hace falta tener voluntad, o mejor dicho, hace falta aglutinar voluntades dispersas e integrarlas en un proyecto común.

No hay comentarios: