En tiempos de crisis como los actuales resulta imprescindible que la sociedad recupere la confianza en la Política, como único medio para salir de la crisis y cambiar los valores y principios que hasta hace poco habían regido en la economía y en la sociedad. Precisamente esta crisis se origina por una falta de políticas públicas, por la ausencia de control sobre los mercados financieros y por dejar campo abierto a la especulación y al dinero fácil. Por ello, sólo desde la Política se puede construir un proyecto colectivo que repare las injusticias del mercado, corrija las desigualdades, y coloque al ciudadano en el eje en torno al que debe girar la acción pública. En estos momentos no cabe recurrir a soluciones populistas, antidemocráticas o autoritarias, a pesar de que estos movimientos extremistas tienen mayor predicamento en circunstancias como las actuales.
Los últimos casos de corrupción no contribuyen a que la sociedad perciba la actividad política como imprescindible para salir de la crisis, deterioran la imagen de la política y de las personas que se dedican a la misma en su conjunto. Si bien está claro que los casos de corrupción constituyen un comportamiento individual de las personas que comenten los delitos, dichas acciones acaban contaminando a la inmensa mayoría de personas que participan en política con esfuerzo y dedicación. Para evitar que la manzana podrida acabe contaminando al resto, hay que reaccionar de forma inmediata, expulsando a los implicados y estableciendo un cordón sanitario para evitar nuevos casos.
Es responsabilidad de todos recuperar el prestigio de la política, ya que la democracia es un proyecto colectivo que a todos corresponde defender. Si los ciudadanos elegimos el camino de la abstención electoral y la falta de participación en los asuntos públicos, no estaremos contribuyendo a solucionar los problemas que nos atañen a todos, ni dignificando la acción de la política. Igualmente, la clase política se debe aun compromiso ético, y su actividad debe estar regida por valores fácilmente compartidos por el conjunto de la ciudadanía. No permitamos que comportamientos individuales empañen el honesto compromiso de muchos ciudadanos: votantes, militantes y cargos públicos, que dedican su tiempo a la Política.
martes, 10 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario