viernes, 24 de abril de 2009

Enhorabuena, Presidente


Quiero transmitir mi enhorabuena al nuevo Presidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán. Aunque los relevos en los liderazgos suelen ser difíciles, más aun cuando dicho liderazgo era sólido y duradero, el PSOE de Andalucía en un claro ejercicio de responsabilidad ha desarrollado durante estas últimas semanas un proceso de relevo en la presidencia de la Junta ejemplar. Y es que resulta evidente que la legitimidad democrática que avala a este partido, al que el pueblo andaluz ha respaldado sistemáticamente desde el 28 de Febrero de 1980, era garantía suficiente para hacer un buen relevo y escoger al candidato más idóneo. En democracia la legitimidad se gana en las urnas, por lo que el PSOE es la organización responsable de liderar este proceso de cambio. En su momento, en las próximas elecciones, los ciudadanos decidirán si el cambio ha sido acertado o no. Hasta entonces nuestro nuevo Presidente se deberá ganar esa confianza y legitimidad con el ejercicio de los poderes públicos encomendados, en un momento muy difícil social y económicamente.

En los pasos que ha dado hasta ahora, Griñán ha demostrado capacidad suficiente para afrontar estos retos, tanto en su discurso de investidura, como en la configuración de su Gobierno. En primer lugar porque ha hecho una apuesta arriesgada por la Educación, como motor de la sociedad del conocimiento, de un nuevo modelo productivo, y por tanto como una inversión. Sin embargo, los resultados de esas políticas no se verán implementadas hasta pasadas varias legislaturas, tal y como afirmaba en mi último apunte en este blog. Por ello, asume el riesgo de no ver desarrollado completamente su objetivo durante su mandato, aunque consciente de que es un riesgo que se debe correr un buen gobernante, planteando la mejor inversión de futuro para nuestra tierra. Así que, mi máximo apoyo a la valentía del presidente, que se aparta de un vicio común en la política actual que pretende únicamente poner en marcha proyectos de repercusión inmediata, que tengan reflejo electoral.

En segundo lugar ha planteado una reforma de la Administración, impulsando una descentralización financiera y de competencias hacia los Ayuntamientos, y desarrollando un nuevo modelo de gestión para la Junta de Andalucía, más profesionalizada, más eficiente y con una mayor capacidad de toma de decisiones de las delegaciones provinciales. Sin duda, para superar los retos de la crisis económica necesitamos una Administración moderna, que desarrolle al máximo los servicios públicos y los controles públicos, reduciendo su carga burocrática.

En tercer lugar el Presidente Griñán ha demostrado una gran valentía en la configuración de su Gobierno, sobre todo porque en su equipo se integran personas de gran prestigio profesional y técnico en la Administración, con personas de experiencia política y perfectos conocedores de la realidad ciudadana. Aunque la apuesta más arriesgada ha sido la de incluir a Rosa Aguilar como Consejera de Obras Públicas, lo que implica atraer a tu proyecto a un sector importante de la izquierda política, y por tanto dejar como residual a la izquierda más radical en Andalucía. Esta opción puede provocar rechazo entre miembros de tus propias filas, aunque, demostrando gran inteligencia, ha sabido mantener los equilibrios implícitos del PSOE-A. No obstante, y ocurra lo que ocurra entre Rosa Aguilar, el PSOE-A e IU, se gana a una persona importante y de gran valía para nuestro proyecto común para Andalucía.

Suerte, Presidente, tu suerte es la de todos nosotros.

domingo, 5 de abril de 2009

Una prioridad, la Educación.

Si existe una materia prioritaria para cambiar el modelo económico de España, esa es sin duda la Educación. Aún sabiendo que los frutos de una reforma educativa no se verán en esta legislatura, ni tampoco en la siguiente, ni puede que en la que le siga, la responsabilidad del Gobierno es encabezar un nuevo compromiso de toda la sociedad española con la Educación.

En primer lugar debemos contar con un único sistema educativo, actualmente corremos el riesgo de que el sistema se divida en dos, entre la enseñanza privada-concertada y la enseñanza pública, quedando ésta como residual, como aquella en la que se encuadren los alumnos con mayores problemas de integración. Por tanto, es necesario que todos los centros asuman un papel de responsabilidad social educativa, integrando a los hijos de la inmigración, a aquellos con mayores problemas de aprendizaje y a aquellos provenientes de familias desestructuradas. Con ello, todos los alumnos partirían en igualdad de condiciones en su proceso de aprendizaje, dentro de un sistema educativo único e integrador.

En segundo lugar es necesaria una adaptación curricular al perfil del alumno, atendiendo a sus capacidades, sin que se haga depender la evolución y el progreso académico del alumno en función del centro, o del barrio donde vive, ya que el sistema educativo debe ser único. Así, el profesor, junto con el orientador del centro, debe detectar el talento de cada alumno y hacer posible que lo explote al máximo. Debemos de evitar que las capacidades de un alumno se frustren ante un entorno conformista y en cierta forma pesimista.

En tercer lugar, y para hacer posible que se exploten las capacidades de los alumnos hay que elevar los niveles de exigencia en materia académica y educativa. Desde las etapas más tempranas los alumnos deben ser responsables, deben conocer que el cumplimiento de un objetivo requiere un esfuerzo y un trabajo, por lo que resulta esencial inculcar el valor del trabajo para la consecución de unos fines concretos.

Todo esto, no es posible si no se apoya a los profesionales de la educación, por lo que habría que aumentar el reconocimiento social de maestros y profesores. Actualmente dicho colectivo, al igual que otros empleados públicos, se encuentran desprestigiados por el conjunto de la sociedad y carentes de instrumentos para hacer correctamente su trabajo. Todos debemos reconocer su labor, empezando por las familias, y darle instrumentos para motivar y despertar la inteligencia de sus alumnos, pero para ello, éstos deben ser los primeros en estar motivados.

Aunque se deben incorporar muchos más puntos a este nuevo compromiso educativo en España, y corresponde al conjunto de la sociedad decidirlos, concluyo haciendo referencia al proyecto puesto en marcha por el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, “Alcalá Educa”, cuyo máximo responsable es el filósofo José Antonio Marina que resume el proyecto advirtiendo que Educar es responsabilidad del conjunto de la tribu. Así, ninguno podemos ser indiferentes de la educación de los más jóvenes, ya que nuestro progreso como sociedad depende de la actitud y la aptitud de las generaciones futuras.